Hay multitud de causas por las que nuestro mejor amigo puede desarrollar una úlcera en el ojo, lo que llamamos ÚLCERA CORNEAL: traumatismos punzantes (como el arañazo de un gato o una espiga), infecciones a raíz de úlceras superficiales mal tratadas, conjuntivitis seca, quemaduras de químicos, cuerpos extraños,herpes o virus, hepatitis…

Por eso, ante la duda de que nuestro pequeño peludito pueda haber desarrollado una, lo mejor es acudir al especialista veterinario lo antes posible, para poner en marcha los mecanismos más eficaces contra la lesión.

El otro día llegó a la Clínica Veterinaria uno de nuestros pacientes de Cádiz que al dormir no cierra bien los ojitos. Para analizar exactamente la gravedad de la úlcera, hemos usado una tinción que la tiñe de verde y nos permite diagnosticar y preparar el tratamiento más adecuado.

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